El poder de la siesta.
Recuerdo muy bien, en el tiempo que aún vivía en la casa de mis padres, que entre la una y la una y veinte de la tarde no podía volar una mosca. En la casa reinaba el silencio porque mi padre tomaba su siesta diaria. Veinte minutos y se levantaba como nuevo! ¿Cómo es posible?
Lo que hacía mi padre entonces es respaldado por lo que dice la ciencia hoy: una siesta de 20 o 30 minutos en la tarde provee más descanso que dormir 20 minutos extra en la mañana.
Por otro lado, la mayoría de los expertos coinciden que un adulto necesita de 7 a 9 horas de sueño cada noche. 6 horas o menos de sueño a la noche triplica el riesgo de tener un accidente de tránsito, sin mencionar que aumenta las chances de desarrollar infecciones, resistencia a la insulina y por lo tanto aumento de peso y/o diabetes, accidentes cardiovasculares y cambios repentinos en el estado de ánimo, depresión y por supuesto: fatiga.
El sueño está regulado por complejas interacciones entre múltiples regiones del cerebro, los neurotransmisores y dos tipos de ritmos reguladores: homeostático (regula la acidez, la temperatura, el nivel de oxígeno)y circadiano (controlado por el hipotálamo, regula nivel de melatonina y nos “avisa” cuando es de noche y hay que dormir).
El sueño, como ven, es tan importante como la vigilia.
Y aún así, priorizar el buen dormir a la noche, o tomar una siesta en la tarde se ve, socialmente, como el equivalente a la improductividad, la haraganería, la pereza.
Beneficios de una siesta poderosa:
Reduce el estrés y por lo tanto el riesgo de enfermedades cardíacas
Reduce la tensión arterial.
Facilita el aprendizaje, aumenta la concentración.
Estimula la creatividad.
Mejora los reflejos.
¿Cuánto tiempo debe durar la siesta? Unos 20 minutos está bien, ya que más larga hace que entremos en estados más profundos del ciclo de sueño y al despertarnos nos podemos sentir desorientados y hasta más cansados.
Deberíamos tomar una siesta antes de las tres de la tarde para que no interfiera con el sueño nocturno.
Por último, si tomar una siesta durante el día no es una opción, probemos tomarnos esos 20 minutos para desconectarnos, cerrar los ojos un rato, concentrarnos en nuestra respiración y descansar. Los beneficios son casi los mismos.
La siesta no es un privilegio, es una manera de auto cuidarnos, sentirnos mejor y disfrutar más del resto de nuestro día.
Hagamos como el chico de la foto, que no parece tener ningún problema para sestear! (foto tomada con el consentimiento del integrante canino de la familia que tiene un MASTER en siestas a cualquier hora).